Hay un hábito bastante extendido dentro de la comunidad deportiva de intentar regular el exceso de peso realizando distintas manipulaciones dietéticas, que como poco son discutibles. Entre ellas, vamos a hablar de salir a entrenar por la mañana sin desayunar.
Para alguien que no dispone de mucho tiempo, que su hora de entrenamiento es “de madrugada”, y que encima está algo pasado de peso, es una tentación muy grande hacer éste sin desayunar. Pero, ES UN ERROR. Veamos por qué: